“Aprender sin reflexionar es malgastar la energía”
Confucio
Rivieré, siguiendo las indicaciones de Powers (1992), nos dice que los componentes principales que deben tener los métodos educativos para el trabajo de los niños con TGD son:
Deben ser estructurados y basados en los conocimientos desarrollados por la Modificación de Conducta.
Deben ser evolutivos y adaptados a las características personales de los estudiantes.
Deben ser funcionales y con una definición explícita del sistema para la generalización.
Deben implicar a la familia y a la comunidad.
Deben ser intensivos y precoces.
Para Riveré (2001) el aprendizaje- enseñanza para los niños y niñas con TGD se debe caracterizar por el sentido de la actividad que ésta tenga para el propio niño, siendo la motivación un elemento fundamental, por esto los programas deben cumplir con los siguientes requisitos:
Asegurar la motivación.
Presentar las tareas cuando el niño o la niña atiende y de forma clara.
Presentar tareas cuyos requisitos están previamente adquiridos y se adaptan al nivel evolutivo del estudiante.
Emplear procedimientos de ayuda debidamente andamiados.
Proporcionar reforzadores contingente e inmediatos.
Estos son los presupuestos básicos que se deben tener en cuenta en el proceso de enseñanza- aprendizaje con niños y niñas con TGD y deberán según Ojea Rúa estar acompañados de las siguientes características:
Relación y funcionalidad con la vida cotidiana.
Dar la posibilidad de mediación ante conductas espontáneas (conductas autoiniciadas) por el alumno.
Sistematización progresiva de los ambientes facilitadores de dichas conductas espontáneas con carácter significativo.
Deben ser estructurados y basados en los conocimientos desarrollados por la Modificación de Conducta.
Deben ser evolutivos y adaptados a las características personales de los estudiantes.
Deben ser funcionales y con una definición explícita del sistema para la generalización.
Deben implicar a la familia y a la comunidad.
Deben ser intensivos y precoces.
Para Riveré (2001) el aprendizaje- enseñanza para los niños y niñas con TGD se debe caracterizar por el sentido de la actividad que ésta tenga para el propio niño, siendo la motivación un elemento fundamental, por esto los programas deben cumplir con los siguientes requisitos:
Asegurar la motivación.
Presentar las tareas cuando el niño o la niña atiende y de forma clara.
Presentar tareas cuyos requisitos están previamente adquiridos y se adaptan al nivel evolutivo del estudiante.
Emplear procedimientos de ayuda debidamente andamiados.
Proporcionar reforzadores contingente e inmediatos.
Estos son los presupuestos básicos que se deben tener en cuenta en el proceso de enseñanza- aprendizaje con niños y niñas con TGD y deberán según Ojea Rúa estar acompañados de las siguientes características:
Relación y funcionalidad con la vida cotidiana.
Dar la posibilidad de mediación ante conductas espontáneas (conductas autoiniciadas) por el alumno.
Sistematización progresiva de los ambientes facilitadores de dichas conductas espontáneas con carácter significativo.
1 comentario:
Los métodos planteados tienen contenidos y objetivos claros, sin embargo los métodos funcionan como manera de investigación y en las investigaciones sólo se puede saber un resultado a través del uso del método en distintos casos y desde allí las herramientas funcionan de distinta manera, por esto es extraordinaria la búsqueda tomando posibles y distintos caminos de observación y práctica.
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